domingo, 21 de septiembre de 2014

INTELIGENCIA EMOCIONAL

Entre el sentir y el pensar, la emoción es la que guía nuestras decisiones.

Del mismo modo, el cerebro pensante desempeña un papel fundamental en nuestras emociones, exceptuando aquellos momentos en los que las emociones se desbordan y el cerebro emocional asume por completo el control de la situación. En cierto modo, tenemos dos cerebros y dos clases diferentes de inteligencia: LA INTELIGENCIA RACIONAL Y LA INTELIGENCIA EMOCIONAL, y nuestro funcionamiento vital está determinado por ambos.

                                 EMOCIONES + PENSAMIENTO = SENTIMIENTO

La EMOCIÓN es una alteración del ánimo acompañada de la respuesta física inmediata, por ejemplo sudar, acelerar la respiración, ruborizarse, etc.

Los SENTIMIENTOS son el resultado de una emoción, es la etiqueta o nombre que uno le pone a la emoción por ejemplo: enojo, alegría, frustración, etc.. El vehículo que usa una emoción para expresarse, es más racional, la persona que tiene conciencia de un sentimiento tiene acceso al estado anímico propio y por ende, tiene acceso a su CONTROL. Pero, ¿Cómo se logra el control? A través de La auto observación…. Fíjate y pregúntate lo siguiente:

¿Cómo respondo a las distintas situaciones a las que me enfrento en el día a día?
¿De forma positiva o negativa?
¿Sintiéndome culpable o responsable?
¿Cuál es la calidad de mis pensamientos?
¿Qué emociones me generan?
¿Cómo actúo ante estas emociones?
¿Qué tipo de persona sería yo si no tuviera ese sentimiento negativo aunque el suceso siguiera repitiéndose?
¿Quién tiene el control?.....
Recordemos que para conseguir resultados diferentes, debemos hacer cosas diferentes a las que no nos han funcionado y que nos han dado resultados desastrosos.
Aquéllas situaciones que nos molestan puede seguir sucediendo, sin embargo, si las vemos en perspectiva, las analizamos y cambiamos la forma de lidiar con ellas y de reaccionar, podemos evitar que nos afecten o que el sentimiento que me generan (o genero) sea dañino.

          “No soy víctima, soy co-creador de mi vida. Todo lo que hago tiene una consecuencia”


La inteligencia Emocional nos ayuda a aprender a percibir los sentimientos propios a través de la auto observación, a entender cuáles son los detonantes de mis emociones, a expresar esos sentimientos y  canalizarlos positivamente  y finalmente a desarrollar empatía hacia los demás a través de la observación hacia las otras personas.

Escrito por R.María Aguijim



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