martes, 1 de diciembre de 2015

MIRA EN LO QUE TE HAS CONVERTIDO ....




Ser pilar de una familia ensamblada es una responsabilidad que se adquiere con consciencia. Cuando una pareja vive con hijos de un matrimonio anterior tienen que trabajar mucho en conjunto; ponerse en los zapatos del otro es indispensable, la comunicación se vuelve en una pieza clave en todo momento, también se requiere de mucha inteligencia y poco ego, pero sobre todo de mucho amor y voluntad - que para mi es lo mismo -.

Pero no es para asustarse demasiado, además, te garantizo que la recompensa es grande, sobre todo cuando aprendes a ver lo bueno de la situación, así que en eso nos enfocaremos.

La pareja es más feliz
¿Qué mayor felicidad que tener bajo el mismo techo a tus hijos y al hombre/mujer que amas?. Te sientes tranquilo sabiendo que estás dándote y dándoles a tus hijos la oportunidad de tener un hogar y una familia. 

Desarrollas tu capacidad de amar. 
Puedes llegar a sentir un profundo amor por los hijos de tu pareja y ser correspondido, aunque también puede ser que no se den las condiciones para que esto suceda, pero aún asi, el acoger, recibir y servir a alguien que lo necesita, ya es un acto de amor.

Disminuye tu ego y se desarrolla tu inteligencia.  
Hay ocasiones de que los hijastros, esos a los que cuidas y procuras como tuyos, son hijos también de alguien que no está feliz de tu existencia, y no pierde oportunidad para manifestarlo abiertamente, generando en tus hijastros un sentimiento de culpa, y de rechazo hacia a ti por lealtad a su padre/madre. Aún así, tu no dejas de ser su madrastra/padrastro. Entonces, empiezas a desarrollar una inteligencia que te permite comprender que damos lo que somos, quien es amor, da amor, quien es odio, da odio; no lo tomas personal. Llegas incluso a sentir lástima por ellos, y tu labor se vuelve aún más valiosa por querer a los hijos de quien te odia... es fuerte, pero cierto.

Encuentras el amor propio
Te valoras y te reconoces como el  gran ser humano que eres. Te sientes orgulloso del reto que has tomado. Esto lo descubrí gracias a una fan que me comentaba que su página de Mujeres Divorciadas tenía muchos, pero muchos más seguidores que la nuestra de Familias Ensambladas y Reconstruidas; sinceramente no me sentí mál, pero si me puso a pensar el por qué sucedía ésto, y llegué a la conclusión de que son mucho más las personas que se quedan estancadas en el duelo (lo cual respeto y me apena) y son mucho menos las que lo superan y deciden continuar con su vida. Así que considérate de los pocos valientes y afortunado de contar con alguien que haya despertado en tí la fe en el amor y en la familia.

Aprendes a establecer límites. 
Hay personas o situaciones que pueden intentar desequilibrar a tu familia. Decir "basta" no es tirar la toalla, ni falta de amor. Alejarte de las situaciones y personas que no están en  sintonía con la familia que quieres,  que no suman, sino restan, es respetarte a ti y proteger lo que están construyendo, es cuidar tu salud mental. Recuerda que son una familia, no hay bandos. 

Das un excelente ejemplo a tus hijos
Los hijos que reciben a los hermanastros reciben una maravillosa lección, el compartir. Ellos dejan de ser los amos y señores de su casa para compartir desde la atención hasta el espacio. Los hijos se enorgullecen de sus padres porque ven un corazón bueno en ellos, recordemos que nuestros hijos aprenden con nuestro ejemplo.

Te vuelves más versátil
Puede ser que tú llevabas un ritmo con tus hijos, y de repente recibes a un hijastro/a más pequeño o más grande; tendrás, en poco tiempo, que ir entendiendo sus necesidades y hacerlo entender las tuyas. Es como saltar de primaria a a preparatoria o viceversa, pero una vez que logras entender y aceptar estos cambios, empiezas a disfrutarlos. Conforme los hijos van creciendo, las necesidades y la forma de educarlos cambia; los bebés se hacen niños, los niños se convierten en adolescentes y los adolescentes en adultos. Las reglas se intensifican para algunos mientras que para otros se relajan un poco. Hay que saber tratar a cada integrante de acuerdo a sus necesidades y a su carácter, 

Te sientes muy orgulloso/a de ti
Es evidente que eres especial, Dios tiene grandes planes para ti; eres quien puede ayudar a sanar el corazón de un niño/a que sufrió el divorcio de sus padres, eres quien puede dar esperanza de una familia, eres alguien por quien creer que si se puede. Tienes la capacidad de ser madre/padre de tus hijos y el apoyo para otros que no son tuyos, pero igual tendrás que estar ahi como si lo fueran.

Eres más consciente de la felicidad
Al haber más seres en tu vida, también hay más oportunidad de descubrir la belleza en cada uno y lo bueno que trae a tu familia. Mas bendiciones llegan a ti, cuéntalas, valóralas y agradécelas. Algún día los hijos se irán, formarán su propia familia y lo que quedarán son los recuerdos, haz que éstos les traigan alegría, orgullo y satisfacción. 

En el camino te aseguro que vas a encontrar una y mil situaciones que te harán preguntarte si tomaste la decisión correcta, eso sólo lo sabrás tú, en esta ocasión sólo te escribo para que, si llegas a preguntártelo, encuentres aquí parte de la respuesta. 

Creado y escrito por R. María Aguilera