Y es que definitivamente cada uno de los integrantes de la familia
ensamblada tiene un punto de vista propio y de acuerdo a éste interactúa. Depende
de muchos factores, como la
personalidad, la historia que ha vivido, los cambios a los que se ha tenido que
adaptar, el ambiente familiar y condiciones en que vive actualmente; en el caso
de los hijos ya sea que convivan permanentemente o no dentro de la familia
ensamblada, etc. Hay casos en los que, por ejemplo, los niños muestran una personalidad dentro de la familia
ensamblada formada por el padre y otra personalidad en la familia ensamblada
formada por la madre. Pero este evento no es exclusivo de los hijos, a veces
también pasa con la pareja, que queriendo o no, muchas veces marca diferencias
entre sus hijos e hijastros.
En esta ocasión trataremos el punto de vista de la PAREJA que forma la
Familia Ensamblada.
Para empezar, el tomar la decisión de formar una familia ensamblada no
es nada fácil, implica mucha responsabilidad y un verdadero compromiso, puesto
que las consecuencias de sus decisiones
repercuten no nada más en la propia pareja, sino también en sus hijos, quienes
además, ya sufrieron la separación de sus padres. Es por eso que lo primero que
se debe tomar en cuenta para tomar esa decisión es a los hijos.
Es importante mencionar que antes de dar este paso, la pareja debe
asegurarse de que sus hijos hayan superado el duelo del divorcio de sus padres,
la ruptura familiar; ellos no lo asimilan de igual manera; seguramente les ha
generado dolor, inseguridad, dudas, resentimientos, etc. Los hijos necesitan
mucho trabajo de apoyo dependiendo de su edad y las condiciones en que se dio la
separación, hay que regresarles esa seguridad perdida a través del amor, de la
comunicación y de la presencia. Una vez superada la etapa de duelo, es posible para
ellos abrirse a la posibilidad de convivir sanamente dentro de una familia
ensamblada.
Una vez que la pareja ha tomado la decisión de formar una familia
ensamblada, debe recordar que existen otras personas en la vida de sus hijos que
son igual de importantes para ellos y con quienes estarán conectados de por
vida, éstos son, los “ex”. Este tema no
debería de ser “un tema”, sin embargo es un capítulo que difícilmente se
cierra, por lo menos hasta que los hijos son mayores de edad, porque finalmente
tienen el mismo derecho y obligación de ver por sus hijos; el contacto continuo
es inevitable. Ponerse de acuerdo para la convivencia con los hijos, la
manutención, la forma de educarlos, la religión, las festividades, los
problemas que los hijos vayan presentando, en fin, la lista puede ser infinita
si se lo proponen. Aquí no hay de otra
más que actuar con inteligencia, enfocarse únicamente en los temas de los hijos
y punto. Seguramente en la sentencia de
divorcio existe un convenio donde se establecen los puntos anteriores, por lo
que lo más sano es apegarse a éste lo más
posible.
EL PUNTO DE VISTA DE ELLA
Una mujer que decide formar una familia ensamblada lo hace porque vio en su nueva pareja, entre
muchas cualidades, una figura paterna idónea para sus hijos. Aunque ellos ya
tengan un padre biológico, con quien convivirán en el día a día será su nueva
pareja. Ya vimos que lo primero que se toma en cuenta para tomar la decisión,
son ellos. Vio en él atributos que le hacen pensar que ella y sus hijos estarán
seguros y que el patrón de conducta y los valores de su pareja son los
adecuados para imitar y seguir. Seguramente habrá tenido un período de prueba
para evaluar la convivencia y habrá notado que sus hijos se sienten a gusto y
aceptan a su nueva pareja, de hecho se ha empezado a formar un vínculo afectivo
entre ellos.
EL PUNTO DE VISTA DE EL
Si él tiene la custodia de sus hijos, las expectativas son prácticamente
las mismas que se acaban de mencionar. Si él convive con sus hijos sólo algunos
días a la semana o al mes, sus expectativas serán menores pero deseará ofrecer
siempre a sus hijos un ambiente cálido, armonioso y seguro dentro de la familia
ensamblada. El estará permanentemente
preocupado por el tiempo que no pasa con sus hijos y buscará en su pareja el
apoyo emocional para llevar esta pena.
EL PUNTO DE VISTA DE LA PAREJA HACIA LOS HIJASTR@S
Deberán darse cuenta y transmitir a sus hijos de que se ha formado un
solo hogar donde los hijos de ambos son tratados por igual; a todos se les apoya,
se les respeta, se les corrige y se le consiente por igual. También hay que
dejar muy claro que la pareja es la que está al mando, que ese hogar también
tiene reglas que respetar. La pareja
deben hacer un solo frente y mantenerse unida en la toma de decisiones; es muy
importante que los hijos de ambos los vean fuertes. Los padres deben enfocarse
mucho en integrar a los hijos de su pareja de modo que sientan que están formando
parte de una familia.
LA PAREJA HACIA ELLOS MISMOS
Una pareja que ha decidido darse una nueva oportunidad ya tiene idea de
lo que es la vida en familia, llevar una casa, los gastos que se generan y las
responsabilidades que hay que repartir. De todas formas, hay que hablarlo! dejarlo muy claro, no permitir que la
emoción o el deseo de formar un nuevo hogar nos distraigan de la
responsabilidad y de la realidad del día a día. La mejor manera de empezar algo
es estableciendo las reglas perfectamente y estando dispuestos a seguirlas, si
es necesario escribirlas. Los desafíos a los que se enfrentarán serán, en la
mayoría, diferentes a los que tuvieron en el pasado puesto no se empieza de
cero, todos tienen una historia de pérdida, todos tienen ya una forma de ser
que habrá que ensamblar correctamente para vivir en armonía. La nueva pareja
vuelve a creer, espera de todo corazón no equivocarse, pone todas sus fuerzas,
sus esperanzas, su ser en este nuevo proyecto de vida. Lo único que le queda
por hacer, es hacerlo Con Amor.
Creado y escrito por R. María Aguijim